El 9 de enero de 1902, Carmen Escrivá de Balaguer se convirtió en hermana mayor: esa noche nació Jose María Julián Mariano. Sus padres, José y Dolores, vivían en con sus dos pequeños hijos en Barbastro, una ciudad del norte de España.
Josemaría (unió sus dos primeros nombres por devoción a la Virgen y san José) creció en una familia cristiana, donde aprendió sus primeras oraciones y el Catecismo. Ya desde niño mostró un fuerte carácter (que, como te imaginas, tiene sus ventajas y desventajas) y una gran capacidad para hacer amigos.
Su infancia no estuvo exenta de dificultades y sufrimientos. Sus tres hermanas menores fallecieron siendo muy pequeñas, y él mismo estuvo a punto de morir a los 2 años a raíz de una enfermedad.
Después, cuando Josemaría tenía 13 años, su padre perdió su trabajo y toda la familia tuvo que trasladarse a Logroño. Esta serie de eventos desafortunados hicieron que la familia Escrivá se mantuviera especialmente unida, luchando por mantener la confianza en Dios y la alegría en medio de los problemas.